“Te pondrá Dios por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos del Eterno tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas”
Deuteronomio 28:13

Sabemos que, una persona disciplinada, es quien se impulsa a tomar acción, evita posponer y desecha a la pereza. Por lo tanto, acciones como generar excusas para eludir obligaciones, procrastinar (dejas las cosas para después), omitir responsabilidades, irán aumentando poco a poco el caos en nuestra vida, dado que son hechos que limitarán nuestro desarrollo y crecimiento.

No tenemos cómo reformar nuestro pasado, por más que nos culpemos y lamentemos, es inamovible, pero sí tenemos el poder de dar un sentido diferente, a nuestro presente y futuro, con acciones que apunten a lo saludable y a hacer lo que está a nuestro alcance para vivir mejor el aquí y ahora.

Para un deportista, una meta se logra no solo en el momento de la competencia, sino a lo largo de todo el proceso de entrenamiento, con cada pequeña acción diaria y con la disciplina con la que trabaja. Así pues, nuestras metas estarán condicionadas al nivel de disciplina que pongamos en nuestras acciones.

No olvidemos que, nuestras decisiones, acciones, conductas, actitudes u omisiones, tendrán efectos en nuestro presente y futuro; por ello, nuestro Dios nos insta a cultivar la disciplina en nuestro diario vivir, pues si nos preocupamos en guardar y cumplir sus mandamientos, como Él lo ordena, dirigirá nuestro camino, alcanzaremos sus promesas con bendición y avanzaremos en nuestra trascendencia espiritual.

 

¡Que nuestro Dios nos bendiga!

Ofrendas

Proverbios 3:9 
Honra a Dios con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;

Involucrarse

Nadie puede hacer todo, pero todos pueden hacer algo, te invitamos a ser parte de nuestra familia.

Necesitas apoyo?

Escribenos y oraremos juntos.