Profundizar en la palabra

Para muchos el conocimiento, no es más que información, que a veces no se requiere, pues bastaría con las experiencias que se consiguen en la vida, para llegar a un grado de comprensión, de cómo funcionan las cosas.

Sin embargo, en la espiritualidad no existen caminos cortos, no existe solo una acción; como por ejemplo, que únicamente con la oración nos debemos acercar a Dios, este pensamiento está incompleto, dado que sin conocimiento, nuestras oraciones pueden ser sin sentido, mal dirigidas y lo peor sería que no fueran escuchadas, porque no supimos cómo debemos invocarlas ante nuestro Creador.  No basta con tener alguna visión, experiencia o algún grado de revelación Divina, pues sin aprender de Dios y su Instrucción, todo se tornará pasajero o se perderá entre los recuerdos de la memoria, sin llegar a que comprendamos el verdadero mensaje o propósito que éstas tenían, perdiéndose así la finalidad por la cual pudieron ser entregadas.

Tenemos un trabajo personal que debemos realizar, el cual es reformar nuestra vida, mediante el estudio de la Palabra de Dios, pues solo así nos acercaremos genuinamente a Él y comprenderemos sus mensajes que a simple vista parecían otra cosa, porque no veíamos el real valor que encerraban.  Esto provoca el estudio, entender que debemos usar el razonamiento para comprender que los relatos, las parábolas, las metáforas, encierran más conocimiento que el evidente y por lo tanto, aportan más riqueza a nuestro ser.

Cultivar nuestra vida espiritual debe ser nuestro motor diario, estudiar las Escrituras nos abre paso en la compresión de nuestra función en esta vida y en la búsqueda de Dios encontraremos nuestra real esencia, esa que nos conecta directamente con el Creador.

Que podamos diariamente aportar claridad a nuestro interior, con nuestros pensamientos, palabras y acciones de bondad y justicia, buscando profundizar en el conocimiento de las verdades que Dios nos dejó para nuestro beneficio.

Que Dios nos bendiga y que podamos construir paz diariamente.